lunes, 1 de septiembre de 2014

CAPITULO. 02

Salimos del coche, él me cogió las tres maletas y las metió dentro. La casa era preciosa, en la entrada se apreciaba el cuadro de Velázquez, ``las meninas´´, ¡El auténtico! A su lado había un mueble con aproximadamente unos mil figuritas de cristal.-Apuesto a que tú no limpias todo esto…- Se rio. Dejó las maletas en la cocina y me senté en la mesa.-¿Te apetece un té?- Asentí, pero seguía mirando muy extrañada todo lo de mi al redor.- Siento no haberte contado antes esto, pero es que no es la primera vez que ando buscando a mi hermana y más de una ha venido por el dinero.-No te preocupes, solo tengo una pregunta ¿En que trabajas para sacar todo esto?- Me dio el té y se sentó a mi lado.-Pues mira, hace un par de años me tocó el segundo premio de la lotería y de aquello aún tengo algo ahorrado, luego hubo unos años que estuve trabajando de jurado en un programa de talento que se llama ``The Voice´´ y ahora trabajo como manager de One Direction.- Me quedé pensativa.- ¿Te suenan?-Si me suenan, no soy una fan pero si he oído alguna canción, por ejemplo esta, ¿cómo se llamaba? ¿What makes you beautiful…?- Asintió.- Bueno, pues esa, pero lo que no me esperaba es que hubieras triunfado tanto, no se me siento orgullosa y feliz de verte tan bien. Me dio un abrazo fuerte.-Si la verdad es que para treinta y seis años que tengo he hecho bastantes cosas, bueno, ahora te voy a enseñar tú cuarto.- Tenía muchas ganas de verlo, mientras subíamos las escaleras con las maletas estaba ansiosa por saber cómo sería y como lo tendría.Llegamos a la segunda planta, un pasillo enorme nos conducían a tres puertas, la última a la derecha era la mía. Abrí la puerta y me quedé fascinada.
              












Era perfecta, aparte de inmensamente grande, ala izquierda tenía una entrada, sin puerta, entré y había un solo cuarto para la ropa. Unos tres armarios llenos de perchas, al lado de ellos otro armario lleno de baldas únicamente para zapatos. En medio de la sala una alfombra suave de color beis claro y al delante de la alfombra un espejo enorme. Era increíble.-¿Te gusta?- Se asomó.-Bromeas, ¡es una pasada!- Me ayudó a meter la ropa y todas mis cosas al armario, que no eran muchas, pero no era una persona muy avariciosa que digamos.  Estuvimos organizando todo el cuarto mientras nos contábamos nuestra vida, la verdad es que era un tío realmente divertido.-No te imaginaba tan no sé, tan…- Lo miré algo asustada.- Tan diferente.-En qué sentido… rara.-Me refiero a que no eres igual que las demás, haces lo que quieres, como quieres y cuando quieres, no te importa lo que los demás digan, o los obstáculos que tengas por delante, tu siempre te propones algo y lo sacas cueste lo que cueste, tienes mucha paciencia y eres muy fuerte, cualquiera no deja su país y se va sola a buscar un hermano que tienes en la otra punta del mundo, sin tener garantías de que es verdad que sea tú hermano y sin amigos ni alguna otra familia a la que aferrarse, no sé eres muy valiente.- Me senté en el borde de la cama.-Supongo que cuando realmente quieres algo no paras hasta conseguirlo.- Suspiré.-Pero no lo sé, tienes dieciséis años, y viniste hasta aquí por mí, para conocerme, lo consideró muy importante para mí, no se… ¿cómo supiste que era tú hermano de verdad? Imagínate que era algún degenerado, es que no lo quiero ni pensar.- Se sentó a mi lado.-Creo que alguien no estaría hablando con una persona durante dos años si no la quisiera conocer de verdad ¿no?- Me dio un beso en la frente.-¿Te apetece salir a conocer un poco esto?- Asentí. Bajó a bajo mientras yo me vestía. El clima era muy diferente al de Australia, allí siempre hacia bueno, incluso en navidad hacía sol, pero en Londres no paraba de llover, era un contraste increíble. 

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